- Los huevos Kinder Sorpresa, producto de origen italiano que hizo furor durante la época del esplendor menemista, con perdón de la palabra. Su gracia consiste en ser una versión reducida y en tener juguetes mucho más interesantes que los que suelen introducir en sus tradicionales huevos los fabricantes pascuales.
- Los huevos de Pascua virtuales. Dícese de los pequeños gazapos que los pro-gramadores dejan escondidos en los programas de software.
- Los huevos de Fabergé, célebre joyero que construía huevos de pascua en fina joyería a pedido del zar Nicolás de Rusia y cuya empresa finalizó con el ascenso de los bolcheviques en Rusia.
C’est fini...
J. Martínez
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